«La familia española ha sido de nuevo la gran abandonada por las administraciones» en el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2014 tal y como ha denunciado el presidente del Instituto de Política Familiar (IPF), Eduardo Hertfelder. «Si en tiempos de vacas gordas la familia fue la gran olvidada, en tiempos de vacas flacas se han eliminado incluso algunas de las ya exiguas ayudas económicas», ha subrayado.
La única medida directa que se mantiene es la ayuda por hijo menor de 18 años de 24,25 euros al mes, cuantía que lleva congelada desde el año 2000 y que lo seguirá estando en los PGE de 2014. Además, tan solo una de cada diez familias españolas accede a ella ya que sólo se aplica en el caso de que los ingresos anuales por parte de los padres no superen los 11.519,16 euros anuales, una cifra que apenas ha ascendido un 0,25 por ciento con respecto a 2013, que estaba situada en 11.490,43 euros. En el caso de familias numerosas, el límite para poder percibir la ayuda pasa de 17.293,82 euros anuales a 17.337,05. «Por tener unos límites de ingresos tan bajos, hace que nueve de cada diez familias no puedan acceder a ella», indica Hertfelder, que la califica como un «insulto a las familias españolas», una ayuda «claramente insuficiente» si, además, se tiene en cuenta que la media europea es de 125 euros al mes.
Hertfelder denuncia los «reiterados incumplimientos electorales» del actual Gobierno como la puesta en marcha de la ampliación del permiso de paternidad a cuatro semanas, que estaba previsto en primer lugar para el 1 de enero de 2013, después para 2014, y que ahora se ha vuelto a retrasar hasta el año 2015. «Todo esto no hace más que constatar el abandono de las familias por parte del Ejecutivo», ha indicado el presidente del IPF, que considera que las administraciones españolas no pueden seguir «ignorando y abandonando a la familia, más aún en época de crisis económica, que es cuando más necesitada está de esa ayuda».
Hertfelder sostiene que la situación por la que está atravesando la institución familiar hace que, hoy más que nunca, la familia tenga necesidad de una protección especial por parte de las autoridades públicas. «No se puede pedir que la familia sea una instancia responsable y cumpla con unos deberes concretos frente a los hijos, los enfermos, los jóvenes, los ancianos o los minusválidos, en definitiva, con la sociedad y, al mismo tiempo, negarle la ayuda que necesita para desempeñar estas funciones», ha concluido.
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