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Las familias numerosas solicitan horarios flexibles que les permitan conciliar vida laboral y familiar tras un año y medio de pandemia.

El 53% asegura que “no poder atender bien las responsabilidades familiares y laborales” le ha influido a nivel emocional por encima del miedo al contagio o la pérdida de ingresos

La dificultad para compatibilizar tiempo de trabajo y vida familiar ha sido “fuente de estrés” en 4 de cada 10 hogares

La conciliación sigue siendo una asignatura pendiente, que no ha quedado superada con la experiencia del teletrabajo durante la pandemia; es una gran preocupación para las familias con hijos y, en particular, para las familias numerosas, que demandan medidas que les ayuden a poder compaginar familia y trabajo.

Esta es una de las principales conclusiones del estudio realizado por la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) junto a la Federación de Familias Numerosas de la Comunidad Valenciana (FANUCOVA) con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y la participación de la empresa demoscópica GAD3, sobre las familias numerosas un año después de declararse la emergencia sanitaria. Esta nota está adaptada a los datos obtenidos por las encuestas realizadas en la Comunidad Valenciana para las que han participado un total de 217 familias.

El estudio, basado en casi 1.800 encuestas realizadas a familias numerosas de toda España, revela hasta qué punto ha afectado a los padres y madres la conciliación, una cuestión que ha tenido un importante impacto a nivel emocional, sólo superado por la inseguridad ante la propia pandemia. Y es que para el 60% de las familias numerosas, lo que más les ha influido emocionalmente ha sido la incertidumbre ante la evolución de la crisis, pero un 53,5% de estos hogares, es decir, más de la mitad, asegura que ha sido el “no poder atender bien las responsabilidades familiares y laborales”, muy por delante del miedo al contagio, que han señalado el 23% de las familias, o la reducción de ingresos, que ha generado estrés al 20,7% de los encuestados.

En relación con el teletrabajo, las familias de la Comunidad Valenciana presentan situaciones variadas, ya que algunas no han trabajado en casa en ningún momento por pertenecer a servicios esenciales, otros han podido teletrabajar sin problemas (22,6%), probablemente por tener hijos de cierta edad y más independientes y otras familias contaban con la ayuda de algún familiar (10,6%); sin embargo, un 19,4% de familias reconoce que ha tenido dificultades para compaginar el cuidado de los hijos con el teletrabajo y el 22,1% asegura que no contaba con los equipos necesarios para poder trabajar y estudiar en casa todos. Al margen de este variado escenario, el estudio deja claro que la conciliación ha sido un quebradero de cabeza para las familias numerosas: el 40,5% de ellas, es decir, 4 de cada 10, asegura que ha “sentido estrés por la dificultad de compatibilizar el tiempo de trabajo con el dedicado a la vida familiar” y, por ello, piden medidas que les permitan compaginar ambas esferas de la vida de una forma adecuada.

La clave para conciliar está en el horario laboral, que las familias consideran que debe estar adaptado a las necesidades familiares de los hogares con más hijos. Según los datos recogidos en la encuesta, la flexibilidad horaria es la medida más valorada para el 34,1% de las familias numerosas de la Comunidad Valenciana, un 35,5% apuesta por la “reducción de jornada contando con una ayuda económica” que pueda compensar la reducción salarial derivada de trabajar menos y un tercio de las familias (28,1%) cree que hay que promover la jornada intensiva. Según el presidente de la FEFN, José Manuel Trigo, “estos datos ponen de manifiesto que hay una carencia importante en materia de conciliación, porque hoy en día existe la posibilidad de que padres y madres se reduzcan la jornada laboral por cuidado de hijos menores, pero en la práctica no se puede hacer porque supone perder una parte importante de los ingresos del hogar”.

Apoyo al trabajo no remunerado

La encuesta revela también el apoyo de las familias a los padres y madres que en una etapa de su vida se quedan en casa para atender las necesidades familiares, dejando clara la necesidad de que haya un reconocimiento económico de algún tipo. La mayoría, el 48,4%, cree que estos padres deben tener la posibilidad de cotizar de cara a la pensión, mientras que el 46,5% apoya la idea de que tengan una remuneración por el trabajo que realizan y que no está pagado. Sólo un 5% de las familias no está de acuerdo con ninguna de estas opciones para los padres y madres que se quedan en casa al cuidado de los hijos.

El estudio, elaborado a partir de casi 1.800 encuestas a familias de toda España, aporta información sobre otros muchos aspectos de la vida de las familias numerosas, haciendo balance de la situación de estos hogares casi un año y medio después de declararse la emergencia sanitaria. Entre otras cuestiones, se han recogido datos de empleo, para determinar cómo están las familias numerosas una vez pasado lo peor de la crisis. Una mayoría de familias, un 62,4%, conserva el empleo de antes de la pandemia, en concreto un 53,9% en la Comunidad Valenciana mientras que el resto de las familias de la Comunitat ha sufrido en mayor o menor medida los efectos negativos: un 26,3% ha visto reducidos sus ingresos, un 3,2% se ha quedado en el paro; un 6,5% ha sufrido reducción de jornada y un 1,8% sigue en ERTE.

Aspectos positivos de la pandemia

En el sondeo a las familias también se han puesto de manifiesto algunas cuestiones positivas que ha dejado la crisis sanitaria. La mayoría de las familias numerosas de la Comunidad Valenciana (53,5%) mantiene la “misma relación que antes de la pandemia”, pero un 39,6% afirma que la pandemia “ha fortalecido las relaciones” en su familia, efecto que se ha sentido de manera especial en las familias con más hijos, en concreto en las de 6 o más hijos (57,5%).

La familia ha sido precisamente lo que ha permitido a estos hogares encarar las dificultades de todos estos meses, según afirma un 26,3% de los encuestados, que considera que han salido “fortalecidos por afrontar las adversidades desde la unión familiar”.  Y también la crisis les ha cambiado su escala de valores, ya que les ha ayudado a “valorar lo verdaderamente importante” (35,0%) y “valorar y cuidar mejor las relaciones familiares (26,7%), por delante de la salud, que es un tema más importante solo para el 17,5% de las familias.

¿Cómo son las familias numerosas?

El estudio, que elabora cada año la FEFN, recoge también datos sobre el perfil económico y social de estas familias con la idea de elaborar la radiografía del colectivo para conocer mejor su realidad y necesidades. El objetivo de la Federación de Familias Numerosas es “saber qué cuestiones preocupan más a estos hogares, qué dificultades tienen en su día a día y qué medidas sería necesario impulsar para enfocar hacia ellas el trabajo que hacemos con las administraciones públicas”, explica el presidente de la FEFN, José Manuel Trigo, quien destaca que “es fundamental conocer bien a estos hogares porque a menudo se tiene una imagen distorsionada de la realidad. Este estudio ayuda a entender las demandas que hacemos”.

El estudio revela que una gran mayoría de familias numerosas (68,5%) son de 3 hijos, que están en edad escolar y son fruto de una pareja cuya edad se sitúa en la década de los 40. Ambos padres y madres tienen formación mayoritariamente universitaria, aunque más en el caso de ellas (65,4% frente al 53,2% de los hombres); trabajan también mayoritariamente ambos fuera de casa (63% de las familias) y tienen una vivienda en propiedad con hipoteca en el 63,9% de los casos.

Un 6,8% de estos hogares es monoparental y un 8,6%, familia reconstituida, es decir, formada por personas que aportan hijos de relaciones anteriores. Los partos múltiples son algo “habitual” en estas familias: un 20,3% de estos hogares ha tenido alguno, de los que la mayoría han sido mellizos (70,9%) y gemelos (22%) y un 6,9%, trillizos. En cuanto a la discapacidad, es una circunstancia que está presente en un 16,8% de las familias numerosas, ya sea por alguno de los hijos o de los padres.

El estudio también analiza la situación económica de las familias, revelando que la mayoría vive con ingresos ajustados. Así, un 26,2% dispone de entre 2.500 y 3.500 euros al mes y un 19,9% ingresa más, pero son mayoría las familias numerosas que no superan los 2.500 euros mensuales: un 28% ingresa al mes entre 1.200 y 2.500 y un 10% vive con menos de 1.200 euros. A pesar de todo, 4 de cada 10 familias (39%) asegura que no tiene dificultades para llegar a fin de mes y, de hecho, un 4,5% ahorra más que antes de la crisis. No obstante, las que aseguran que sí les cuesta cubrir todas las necesidades familiares con sus ingresos suponen un 22,7% y otro 10,2% asegura que tiene que “recurrir a ahorros o préstamos” para llegar a fin de mes.

En la encuesta, además de los datos nacionales, se aportan algunos datos autonómicos de cinco Comunidades, las que más participación han registrado en la encuesta: País Vasco, Andalucía, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid y Extremadura, lo que permite analizar las consecuencias de la crisis con algunas variaciones por regiones (ver el estudio de resultados).

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